Ante la recuperación de la presas por las lluvias constantes en gran parte del territorio michoacano, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla señaló que podría tomarse como medida el desfogue, lo cual no representaría un riesgo para la población, pero los comités de protección civil y los ayuntamientos deben de estar activos.
En general, las presas se encuentran al 74 por ciento de su capacidad, el año pasado, se ubicaban al 47 por ciento. En el caso específico de Cointzio en la capital michoacana, ya supera el 60 por ciento.
El mayor nivel lo registran 7 presas: Francisco J. Múgica, Zicuirán, Los Olivos, Tepuxtepec, Los Olivos y Urepetiro. La Villita y Tarecuato superan el 95 y 93 por ciento, respectivamente.
Por tanto, no se descarta el próximo desfogue al llegar al máximo de su capacidad, coincidieron el jefe del Ejecutivo estatal y Roberto Arias Reyes, director de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas.
En promedio, los embalses artificiales de la zona hidrográfica del Balsas reportan un 75 por ciento de almacenamiento, mientras que las asentadas en el Lerma se ubican al 66 por ciento, con un total de 8 mil millones de metros cúbicos de agua.
Es de mencionar que se encuentran por debajo de la media tabla las presas Agostitlán con 49 por ciento, Melchor Ocampo 45 por ciento,
Sabaneta 34 por ciento, Jaripo 35 por ciento Pucuato 29 por ciento, Aristeo Mercado 16 por ciento y Gonzalo apenas rebasa el 1 por ciento.
*Monitor de sequía
El 81% del estado se encuentra en sequía, pese a las lluvias.
21% del territorio michoacano es afectado por sequia extrema.
El 32% es afectado por sequía severa.
16% es afectado por sequia moderada.
Un 12% de la superficie se encuentra anormalmente seco.
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